martes, 23 de noviembre de 2021

Pandora Papers en Ecuador: Fake News o Error de Periodista

Octubre del 2021

La agenda de gobierno ha sido seriamente afectada por la publicación de los Pandora Papers.  Mas allá de las implicaciones políticas y económicas de advertir el artificio de generar ingresos en paises de altos impuestos y tributar en paises con bajos impuestos (pensando en El Capital del s. XXI de Piketty), para el caso concreto del Ecuador, se producen implicaciones políticas distintas que conviene analizarlas.  Tanto es así, que se ha convocado a una investigación en la Asamblea lejos del alcance de la comisión de fiscalización.  Algo que, según los juristas como Hernan Pérez, es un atropello al régimen de derecho aplicable dentro del poder Legislativo; y, según los cronistas de la Asamblea como Roberto Aguilar, es la manifestación concreta de la amenaza de derrocar al presidente Lasso.  Por no citar la réplica en contra de El Universo del presidente Lasso, amén de la entrevista con Carlos Vera donde conjetura que el “triunvirato de la conspiración” estaría muy cerca de asestar un golpe a la democracia.

No puedo estar más de acuerdo con el presidente cuando declara sus enemigos en política, pues yo no hacia mas que recomendar exactamente eso en mi entrega anterior: <<Sie Lasso>>.  Sin embargo, hay que matizar un poco a quien vamos a atacar, pues estaríamos distanciándose de quienes deberían ser sus principales aliados en esta lucha política: los medios de comunicación. La definición de enemigo en política es alegórica, pues no se trata de acabarlo humanamente, eso es un enemigo de guerra.  Se trata de identificar a aquellos con los cuales los intereses del proyecto político son contradictorios, en este caso porque los de unos siguen el interés común y los enemigos los intereses particulares que los benefician.

En concreto considero que el caso de los Pandora Papers en Ecuador ha producido un debate respecto a la libertad de expresión en contra del presidente, en vez de una rectificación de un error periodístico que ha dado pie a un verdadero problema de fake news del cual se acogen los correistas para atacar al régimen.

El problema de la libertad de expresión como derecho absoluto

La libertad de expresión no es un derecho absoluto. Un derecho absoluto es el derecho a la vida. Me extraña que haya periodistas que se escandalicen con el reclamo del presidente a El Universo, y por otro lado, no consientan el mismo nivel de escándalo que significa cuando un ser humano sea masacrado en las cárceles de manos de la mafia. No esto no es así.  Debe haber más sindéresis. Nadie esta pensando en regresar al pasado reciente donde los medios estaban mayoritariamente capturados por el poder oficial.  Pero si alguien estima que un periodista o un medio ha cometido un error, tiene todo el derecho de llamar su atención, pedir una rectificación e intentar compensar en algo al afectado si se ha cometido un acto injusto. 

Ahora bien, dicho esto, no consiento que desde el poder se especule con el argumento de que como no se esta actuando justamente, en el futuro se podrá coartar esa libertad de expresión.  Algo que, como lo confesó el mismo Carlos Vera esa noche en la entrevista, es lo que quiso decir el presidente cuando indica en su carta: “quién los controla a Uds”.  No, eso tampoco.

Lo que corresponde es un continuo ejercicio de críticas y réplicas en un ambiente adecuado enfrentando la verdad con integridad.  Claro está que esto es más fácil decirlo que hacerlo, y este espacio no me basta para desarrollar esta tesis.  Pero me quedaría con la siguiente frase de Thomas Jefferson:

“Ningún gobierno debería estar sin quien lo esté criticando, y cuando la prensa es libre, esto nunca ocurrirá.  Si es virtuoso, no deberá temer el justo intercambio de ataque y defensa.  Pues la naturaleza le ha provisto al hombre de los medios para extraer la verdad sea en religión, derecho o política.  Considero honorable que el gobierno no conozca o identifique sus aduladores o sus críticos, pues sería indigno y criminal consentir a los primeros y perseguir a los últimos”.

El verdadero problema: Fake News o Error

A partir de la proliferación de las redes sociales en política y a partir de el uso de este recurso para el Brexit en el Reino Unido y Cambridge Analítica para las elecciones de Donald Trump en el 2016 ha surgido un interés por el estudio de los fake news (o noticias falsas).  Esto es una noticia intencionada y verificablemente falsa.  A no confundir con un error, un rumor, una teoría de conspiración, una sátira, una mentira política o el sesgo de las noticias.  Un fake news es un artificio muy divulgado en las redes sociales para desinformar que tiene una apariencia de verdad pero que es una mentira.  Por ejemplo, cuando Trump alegaba de Obama no podía ser candidato por no haber nacido en EE.UU.  y decía tener un certificado que lo probaba.  Hoy se sabe que esto nunca existió, pero hasta el día de hoy hay gente que creyó en esa noticia, dando que era hijo de una madre soltera de un padre musulmán del cual llevaba su nombre. 

La hipótesis de fake news

Los ejemplos de fake news en la política ecuatoriana abundan y me voy a remitir al de más reciente factura: <<Los Panama Papers prueban que Lasso tiene dinero en paraísos fiscales, que además ha evadido impuestos, y que por ende debería renunciar a la presidencia>>, según afirma el ex candidato Arauz en su cuenta de Twitter.

Como decíamos al comenzar, de los Pandora Papers se ha evolucionado a un problema bastante mas complejo para el gobierno. Tanto es así, que diría que ha erosionado la credibilidad del presidente para la reforma tributaria que requiere subir impuestos a los activos provisionalmente y reducir impuestos a las herencias permanentemente.  Habrá que ver cómo finalmente resulta la reforma, pero para mi ya se volvió cuesta arriba.

Evidentemente, en el reportaje inicial de Washington Post se aclara que tener dinero en paraísos fiscales no es sinónimo de un delito.  Sin embargo, también comentan que sería “eticamente discutible” tenerlos fuera de su país de origen.  Algo que abre una cuña a la credibilidad del presidente Lasso.  No obstante, la investigación no indica que las off-shore de Lasso son antes de que sea candidato y tampoco indica cuánto paga de impuestos en el país.  Desde un punto de vista conceptual colar a Lasso en ese listado sin hacer esas precisiones equivale a colar un elefante por una cernidora.  Pero hasta cierto punto, en una investigación tan amplia cuya afirmación son en base estadística y documental hace falta mucho para exigir que no se equivoquen. Esto sí, siempre asumiendo buena fe.  Por tanto, el problema en mi opinión es el de un error periodístico de la contraparte ecuatoriana, por no haber sabido entender el peso de esa información y aclarar el contexto del presidente antes de ponerlo en la lista.

Para otro momento discutiremos la idea del problema de la definición de un paraíso fiscal, de si se cometió elusión o incluso de las connotaciones éticas.  Por ahora baste decir, que para un banquero obligado a deshacerse de sus otros negocios distintos al banco la única salida era llevarlos al extranjero, no veo la carga moral de las off-shore como un agravante sino como un atenuante, toda vez que se entienda lo que empezó con la regulación adversarial a la banca en el 2012 tenía que terminar con la plata fuera del país de parte no de uno sino de todos los banqueros.   Por lo pronto, Pandora Papers en Ecuador con Lasso cometió un error, mas allá de que el correísmo de ahí lo ha convertido en un fake news, de por si El Universo no es responsable de esa manipulación, aunque si debió ayudar a desinflarla.

Del error al conflicto

Una vez identificado el problema deberíamos tratar de encontrar una mejor solución que el enfrentamiento.  Esta solución pasa por reconocer que en un ambiente tan politizado hace falta mirar a la responsabilidad política de los medios con la información con más sindéresis.  Al final del día, la cuenta la pagamos todos, por el carácter de externalidad que tiene la información política mas allá de la preferencia por la lectura escandalosa de ciertos sectores.

No es menos cierto que la respuesta del presidente verifica que parece tener “piel delgada” como le crítican algunos, o que en materia de comunicación no tiene un vocero y todo asciende a las declaraciones presidenciales.  No parece del todo descabellado creer, que alguien con un poquito de mano izquierda y bien contactado con los medios hubiera podido contener el efecto sobre la reputación del presidente de estos anuncios si se hubiera podido aclarar los datos objetivos de las fechas y de los pagos de impuestos.  Después de todo, la situación de Lasso no revela un problema de conflictos de interes como si parece ser el caso del presidente Piñera; menos aún el de enriquecimiento a partir del ejercicio del poder como parece el caso de los monarcas de los países islámicos como Arabia Saudita y Jordania. 

Tampoco parece razonable creer que haya interes de los consumidores por recibir este tipo de noticias (problema de demanda), puesto que es un proyecto multinacional iniciado hace dos años y compuesto por mas de 600 periodistas a nivel mundial.  Menos aún que sean intereses de los directivos del diario por afectar al gobierno (problema de oferta) puesto que ellos mejor que nadie conocen que no conviene hacer popular a una oposición que reviva las políticas correístas de comunicación.  Por eso la hipótesis del error es la mas plausible, y lo que corresponde es hacer un ejercicio para rectificar el error adecuando fechas de cierre de off-shore y declaraciones de impuestos nacionales para aclarar la sospecha de reza sobre de un supuesto incumpliendo de leyes electorales y de impuestos en el Ecuador.  Para otra ocasión dejaremos el serio inconveniente que tiene el reportaje respecto a la omisión de una innumerable cantidad de lideres de izquierda radical que se especula también manejan fortunas, estas tal vez detrás del alcance sistema financiero internacional, como la de los Ortega, los Castro, los Maduro y todo el grupo de terroristas del medio oriente del cual el reportaje hace mutis completo.

Los medios son los aliados no los adversarios

Sobre la base del reconocimiento de el error que hemos mencionado y resaltando que el periodismo merece respeto en su independencia, El Universo debería tomar la iniciativa de profundizar en el caso de Lasso y rectificar.  Hace falta ir más allá que el Washington Post y el referido error de la contraparte ecuatoriana para la investigación.  No vaya a ser que termine siendo este caso el que sepulte injustamente a Lasso, so cuento de un fake news, fabricado desde las huestes del correísmo, quienes si serían los verdaderos sepultureros de la prensa independiente de donde volverán con hambre guardado contra la prensa.  Pues la justicia manda dar a cada uno lo que pertenece y no dejarse llevar por prejuicios marxistas en contra de todos los ricos, y no en contra de los ricos que si evaden, que si corrompen y que si trafican; y a los cuales tal parece le estaríamos haciendo el juego. 

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