viernes, 9 de febrero de 2024

Ruleta Rusa: lo político de la crisis fiscal

 A propósito de la grave crisis fiscal que se ha venido incubando en las finanzas públicas y de muchos comentaristas deportivos, políticos y económicos despistados advirtiéndonos de la posible contracción del sector privado y el aumento de la pobreza resultantes de una corrección fiscal; unos compañeros y colegas economistas de la ESPOL decidimos juntarnos para presentar algunas ideas centrales sobre lo mínimo que debería contener el eventual ajuste.  La propuesta resulta en una recomendación en materia de ingresos, gastos, deuda y preparación de mediano plazo para financiar la guerra y cerrar el déficit estructural del 5% del PIB que podría desembocar en una crisis de consecuencias funestas para el sector privado y peor aún para los más pobres. Esta potencial crisis sí con perversos efectos permanentes -no de recesión pasajera- y de una verdadera depresión como la que antecedió a la dolarización, no como lo que se discutía los círculos de Guayaquil o de Quito hace un mes (Ver Tweet). 

De esta interacción con mis colegas he aprendido algunas cosas.  Una de ellas es el distanciamiento cada vez mas grande entre la política y la economía, cuando sería muy provechoso para ambas una mejor interacción para orientar la acción de gobierno.  Entre mis colegas se encuentran académicos en universidades americanas, funcionarios de organismos internacionales, investigadores de bancos centrales, reguladores de instituciones de control, ex-funcionarios públicos, entre otros; dentro de ese grupo me considero el menos habituado a los modelos, a la investigación empírica o la evidencia de casos internacionales.  Para mi, que opte por una carrera mas hacia la empresa, mi aporte viene del patear las piedras del asfalto, viendo cómo la crisis fiscal inflige complicaciones al sector privado desde el sector público.  Al tener esos dos sombreros creo tener una visión que puede ayudar a mejorar esa interacción entre economía y política. Ya me dirán ustedes.

En todo caso la propuesta original del gobierno de la subida del IVA se va abriendo camino en una extraña ventana de oportunidad para corregir el déficit estructural poco a poco.  Vale recordar que el presidente Noboa ha pasado de un discurso de bajar impuestos y aumentar los subsidios a los combustibles a un discurso exactamente opuesto al pregonado en campaña.  El problema de credibilidad no es menor, pero se aliviana mientras se pueda mantener dentro de la narrativa de que todo cambió por la guerra contra el crimen organizado y el “entuque” que dice que le ha hecho el gobierno anterior. Esperemos que los índices de popularidad del 80% se puedan mantener al hacer lo que siempre debió decir que iba a hacer.

Afortunadamente, muchas otras voces compartieron la gravedad del problema e insistieron en los riesgos de una eventual desdolarización (Cordes), otros optaron por una estrategia mas detallada sobre la contracción del gasto público, subsidios y renegociación de deuda con ajuste del orden de 2,5% del PIB (USFQ), aunque solo consigue la mitad de la tarea.  Sin embargo, los políticos populistas parapetaron las tesis de RC y PSC de corregir en algo las necesidades del ajuste, pero bajándole el tono al problema, rechazando un alza del IVA y proponiendo una combinación de impuestos temporales dirigidos a grupos específicos para llegar a una cifra como sumo la mitad de la recaudación proyectada para el alza del IVA.  Siendo lo más crítico que los impuestos sean temporales.  Así las cosas, esta nueva entrega de la novela política ecuatoriana, al igual que las películas de Marvel, aunque no sepamos su desarrollo sabemos cuál será su conclusión (Algo nos adelanta Pallares en el diario Expreso).

Lo político como lo arquitectónico

La situación que observo es de una invasión de competencias entre lo político y lo económico.  En donde quien debería llevar la primacía, la política, confunde la comprensión del problema técnico con la definición del objetivo político.  Cuando la sana interacción debería partir por un reconocimiento de los hechos económicos y una deliberación de los objetivos deseados que permitan analizar las alternativas que debería tomar la sociedad en ese contexto.  Déjenme explicarlo con una analogía.  Si yo construyo una casa, primero debo partir con un plano arquitectónico que haya recogido las necesidades básicas de la familia y las restricciones técnicas que una opción razonada frente a un presupuesto a mi disposición.  Mis preferencias y necesidades reflejadas (proyecto arquitectónico) se deben complementar con las restricciones de estructuras de pilares y ducterias que la ingeniería manda para que sea una casa resistente y funcional (proyecto estructural).  Así también, la política es a la economía lo que la arquitectura es a la ingeniería.  Sin lo primero, no hay objetivos que satisfacer, pero sin respetar las restricciones la casa tiene el riesgo de colapsar.  A los políticos no se les puede ocurrir construir una casa de dos pisos sin pilares y a los economistas tampoco se les debería ocurrir que vivamos en una casa de un solo ambiente porque es la estructura más sólida si su tarea no es imponernos preferencias.

En el mismo sentido veo a un político de formación como Hurtado resaltando la necesidad de respetar las restricciones económicas; y veo, a un gestor y eficaz administrador, como Nebot indicando cómo es que se debería aprobar la reforma, pero sin el alza del IVA.  El primero parece querer ser ingeniero y el segundo un arquitecto-decorador. Nótese que en general, como economista, estoy de acuerdo con Hurtado, pero como político no puedo tratar de imponer, sino que debo ser capaz de convencer de porqué la sociedad debería buscar ese camino, no a cambiarse al carril de la economía, no a invocar a la confrontación o dar lecciones de moral.  Es como el ingeniero que quiere construir casas de un solo ambiente.

Lo de Nebot no es nuevo, bien dijo Hurtado que es la esencia misma de los populistas de los que el PSC y RC son sus mas insignes representantes.  A él habría que recordarle cómo terminó el país luego del interinazgo de Fabián Alarcón, cuando propuso la eliminación del IR en 1998 y la creación del 1% de impuesto a la circulación de capitales o la creación de un seguro de depósitos después de que buena parte de la banca estaba quebrada, para que los depositantes se salven, lo que parece correcto, pero permitiéndole a muchos banqueros irresponsables huir con activos del país, ambas cosas figuran como causales últimas de la crisis fiscal y financiera, amén de las desafortunadas condiciones externas y mala gestión pública  que nos llevó al colapso de la economía en 1999.  Cada vez que el hombre práctico y buen gestor, que fue mas adelante como alcalde de Guayaquil, mencione estas “innovaciones” para enfrentar la crisis habrá que recordarle que en materia macroeconómica su autoridad es por decir lo suave, bastante más de lo que permite la cancha, para decirlo en el argot del deporte que ve jugar todos los días. Es como el decorador que quiere quitarle los pilares de la casa por que no se ven bonitos.

Que lo político sea lo arquitectónico supone construir una casa bonita, funcional y sólidamente construida al alcance del propietario. Es decir, que se tome en cuenta las preferencias y necesidades, se respeten las restricciones económicas y se pueda construir con el presupuesto que se cuenta. En esta analogía Correa merece un puesto especial, puesto que lo que hizo en su gobierno fue construir la casa más bonita que se podía imaginar, aparentemente respetando las reglas de la ingeniería, aunque con un vicio oculto que le ha tocado corregir a los gobiernos subsiguientes.  Como todo buen populista, nos dio pan para hoy, hambre para mañana.

Lo político de las reformas

Luego de nuestra propuesta, un grupo de profesores encabezado por quien había sido nuestro profesor en ESPOL, Pablo Lucio-Paredes, proponía una reforma de reducción por $2,800 millones (900 de contracción del gasto en personal, 400 en renegociación de deuda y 1500 en reducción a los subsidios de los combustibles).  No estoy completamente en desacuerdo, pero esto es media receta.  La receta completa es para corregir todo el problema y por eso nuestra propuesta era un mix que incluía la elevación de ingresos permanentes.  La carga libertaria del Estado mínimo debe explicar en parte esa postura de aversión a más impuestos.  Salvo que habría que recordarles que una reducción de subsidios es equivalente a una elevación de impuestos.  En fin, hay que rescatar la coherencia ideológica de la propuesta en un entorno en donde estamos acostumbrados a decir lo que la gente quiere escuchar y no la verdad. Nótese la diferencia con los políticos que dicen lo que la gente no quiere escuchar hasta que termina convenciendo como el caso de Milei.

Esto me sirve como una buena introducción para indicar que la esencia de la discusión fiscal debe tener como antecedente una discusión política.  Lo malo es no dejarlo claro.  Si como sociedad creemos que: el Estado debe crecer o achicarse, debe cobrar impuestos progresivos o impuestos indirectos, reducir la pobreza o reducir la desigualdad; lo que creemos son en opciones políticas (de suyo opinables). Luego estas opciones y los intereses políticos se vuelven en restricciones que interactúan en el terreno de la economía política como un arte de saber gobernar. Finalmente hay un andarivel puramente económico que trata de descifrar si los objetivos son viables (¿Se puede sostener un déficit estructural del 5%?), si es eficiente una estructura tributaria (¿Qué costos tiene un impuesto menos horizontal que el IVA?), si es administrativamente fácil de evadir (¿Qué impacto tiene la exención sobre un rubro tan grande como materiales de construcción?), o la manera en que se afecta la distribución del ingreso (¿Cómo se compara la regresividad del IVA con el impuesto a los bancos -que no es lo mismo que a los banqueros?). 

Lo que sí parece inverosímil es decir que no se aumenten los impuestos porque quitan el dinero del bolsillo de la gente y al mismo tiempo sostener que se mantengan las exoneraciones tributarias (cerca de 6000 millones) que aunque la mitad correspondan a las exenciones del IVA, todavía existen otros 3000 millones para convenios de inversión, zonas francas y otras concesiones a empresas particulares.  Si no queremos más impuestos, insistamos en que no podemos dar concesiones particulares hacia futuro, habrá que respetar aquellas que se otorgaron a cambio de inversiones ejecutadas o para reducir la progresividad del IVA pero todas las demás habrá que examinarlas y parar a raya esta política de cara al futuro. No estoy seguro de que estén tan de acuerdo con esto, pero mantener ambas cosas no es coherente.  Peor aún exigir transferencias a gobiernos seccionales de esfuerzos de recaudación desde el gobierno central.  Esto no es un tema sencillo, pues me atacaran de centralista, pero si el gasto de los GADs no beneficia a salud, educación y seguridad que es lo que mas desea la gente cómo es posible que no se imponga una restricción a esa transferencia como contraparte a ese gasto y sigamos insistiendo en mas transferencias y a la vez no elevar los impuestos.  Bueno, esto solo se explica desde el populismo. 

Decir que el mejor impuesto es el que deja el dinero en el bolsillo de la gente es un ejemplo de no entender la diferencia entre la política y la economía.  Excepto claro está, que hayamos encontrado el caso en que la gente no le guste tener mas de su propio dinero. Es muy difícil hacer economía si la política se vuelve tan incoherente o hacer política que no respeta lo básico de la economía.

Lo político de los subsidios a los combustibles

La elevación de los precios de los combustibles es asociada con las respuestas violentas del movimiento indígena que hacen tambalear a todos los gobiernos (El asesor de Iza nos anticipa el afán estratégico de la protesta que está por venir).  La verdad es que no es posible abordar una reforma semejante sin entender adecuadamente esas restricciones políticas que podrían replicar esos intentos de rebelión.  Recomendar <<tabula rasa>> la eliminación a todos los subsidios a los combustibles es algo que puso en riesgo la democracia irresponsablemente en octubre del 2019.  Si a esto sumamos la amnistía a los líderes de esa protesta otorgada por la Asamblea en el 2021 entendemos porqué le reedición de ese fenómeno en el 2022 -que no sea por la oposición delincuencial que ahora conocemos de qué es capaz. 

En todo caso, tampoco es cierto que no se puedan tocar ninguno de los subsidios o que haya que esperar a un elaborado plan de implementación con tarjetas magnéticas, bases datos entrelazadas y sistemas inteligentes interconectados entre toda la infinidad de puntos donde se vende combustible a todo lo largo y ancho del país.  Eso sería necesario en una última fase de reforma y es un distractor del problema central en este momento. Las reformas producen un problema cuando se combinan los conflictos con los grupos de interés y los problemas de legitimidad en la eliminación de los subsidios.  Pero la falta de legitimidad sólo será un problema si se afectan los subsidios que impactan al precio de la electricidad, el transporte público y el precio de los alimentos.  Una reforma profunda a este problema deberá implicar reformas en esta materia, pero es posible primera fase sin tocarlos todavía ($1500 millones).

En todo caso, lo que parece importante para pasar a esa segunda fase de reforma ($3000 millones) es que la discusión política llegue a un consenso de si queremos mantener esa visión clientelar con respecto a la riqueza petrolera.  De hecho, pocos son los países petroleros que han logrado salir de esa condición, Venezuela siendo el caso cercano más paradigmático, en donde un metro cúbico de agua por el grifo cuesta más que un galón de gasolina en gasolinera.  Esto en parte explica el problema del déficit estructural del 5% del Ecuador -si elimináramos <<tabula rasa>> los subsidios a los combustibles, gas y electricidad podríamos recuperar 4,5% del PIB. 

Es por esa misma razón que se nos presenta una oportunidad de reforma relativamente sencilla en su primera fase. Si más de la mitad del consumo de derivados no va a generación termoeléctrica (una parte si por los estiajes que obligaron a los apagones recientes), a transporte de pasajeros o transporte de carga que lleva a alimentos: ¿a dónde va? ¿Quién lo consume? En términos gruesos ni mas ni menos que actividades ilegales: contrabando en frontera, trapicheo en alta mar, maquinaria de la minería ilegal, trafico intersectorial desde sectores subsidiados, producción de droga -curioso que el hallazgo de la droga en Vinces también hayan encontrado 18,000 galones de gasolina.  Esto es fácil de acabar desde lo político, pues nadie en un sano juicio va a defender mantener estos subsidios a esos sectores, peor si es fuente de ingreso de los que están en guerra con el Estado.

Este es parte del argumento político para una reforma que pronto espero compartirlo.  Por ahora debe entenderse bien el problema y no adelantarse a fases de la reforma que si requieren mas discusión política.  En esa segunda fase deberíamos discutir como sociedad cómo queremos repartir la riqueza petrolera: si a la manera africana o venezolana; o si la manera de un país que tiene un plan de desarrollo que aglutine al país en torno a beneficios que dignifiquen mas a sus ciudadanos como el cuidado de la salud de sus enfermos o la formación de los mas jóvenes a través de una buena educación.

Lo político de la desdolarización

Augusto de la Torre, en coincidencia con nosotros, nos advierte de los caminos de la desdolarización: emisión de dinero electrónico, crédito interno del BCE o emisión de deuda del MEF sin fuente de repago (Ver El Universo).  Eventualmente, nos dice con los de CORDES que en ese escenario de bimonetarismo una crisis puede afectar la confianza de la gente en los depósitos en el sistema financiero privado, y luego de eso, adiós a la dolarización. Parafraseando a Hurtado: “vendrá el correón”.

Pero lo que equivocamos los economistas es nuevamente la confusión de andariveles.  Si la sociedad no está de acuerdo con la salida de la dolarización: ¿cómo es posible que el gobierno termine desdolarizando?  No es que los economistas estén equivocados en advertir la seriedad del problema, es una cuestión de la sutileza del problema, que en alguna medida se parece a la fabula del pastor, el pueblo y el lobo.  De tanto jugar con que viene el lobo, llegará el día en que el pueblo no reaccione y el lobo se aproveche. 

Por si mismo el gasto público sin financiar no se puede pagar con emisión en dolarización, pues esta no es una herramienta de la que dispone un país dolarizado.  Pero en la medida que los gastos de sueldos u otros gastos vitales se empiecen a acumular, de algún lado tendrá que empezar a pagarse.  La forma más fácil es con una promesa que alguien este dispuesta a tomarla como medio de pago: un bono, un cete, un crédito tributario, un patacón o un correón.  El día en que políticamente decidamos empezar a pagar así es que abrimos la puerta para un dilema futuro, nos dice De la Torre. En ese día futuro, téngalo por seguro, ya no importará la dolarización, todos querrán que el Estado emita dinero para salvarlos (bien sea de una corrida de depósitos o de una suspensión del pago de salarios generalizada).  Por eso bien dice un economista Thomas Sargent, parafraseando la máxima de Friedman: “la inflación es siempre y en todo momento un fenómeno fiscal”.

Hasta aquí nada que no hayamos escuchado antes, quizás es la segunda advertencia de que viene el lobo.  Lo propicio sería recomendar un curso de acción para evitar entrar en el dilema.  Por ahora se me ocurre responder con más política, a la irresponsabilidad de los políticos de no subir impuestos permanentes o no bajar los subsidios.  Esto es, establecer por fuerza de los hechos una prelación de pago con el efectivo de la caja fiscal. Si no se pueden aumentar impuestos las transferencias a GADs entran a la cola, si no se bajan los subsidios a los sectores priorizados, a los no priorizados (fase I) se les calcula un precio que asuma parte de ese costo (propondría subir el diésel no $1.5/galón sino $3/galón a todos aquellos que no sean transportistas, carga pesada, generadores de energía o que no compren en el dispensador de la gasolinera).  Esto habría que implementarlo y no es muy complejo, pero hay que darle la legalidad requerida, ya que en estas circunstancias la autoridad de finanzas tiene toda la legitimidad requerida para evitar entrar en un dilema del que después nos lamentaremos.

Para un problema de seguridad con las maras en algo parecido al nuestro, El Salvador ha requerido de Bukele.  Para una crisis fiscal y de corrupción de la cosa pública de similares magnitudes, a la Argentina le ha tocado Milei. A falta de eso, a Ecuador le han tocado dos políticos muy hábiles, Correa y Nebot, que constantemente buscan privilegios sea cual sea el costo para el país. Al presidente Noboa me resta decirle que salvo que todos los ecuatorianos hagamos un cambio generalizado de actitud, que es posible desde la buena política, y en la línea que estamos sugiriendo, solo “sonsing inkredibol” salvaría al país de la crisis que se avecina.

miércoles, 15 de junio de 2022

Cuando las Armas Hablan las Leyes Callan

Prepárate para la guerra para que vivamos en paz, decía Cicerón.  Y así titulaba mi entrega respecto a lo que opinaba de las protestas del 2019 hace casi tres años atrás: Si vis Pacem, para Bellus. Más allá de todo lo que se pueden decir de cómo finalmente se abatió la protesta y cómo el país regreso a su calma desde el 13 de octubre, hoy me parece que estamos pagando las consecuencias de otorgar amnistía a los responsables de los actos de subversión de esa época. 

Hoy nos enfrentamos a la idea de que el derecho a protesta social es sinónimo de derecho a hacer lo que me venga en gana. Actos de violencia como el vandalismo a infraestructura petrolera, plantaciones florícolas, carros de policía; amén de: saqueos, secuestros y atentados contra la vida (directos e indirectos - al suspender las vías que comunican centros médicos y hospitales). En el relato de los desestabilizadores quedaron los 8 protestantes que murieron, muchos de ellos en condiciones accidentales, pero hubo al menos 400 policías heridos en los enfrentamientos y dos civiles muertos resultado de impedir que ambulancias o heridos transiten hacia su destino a pesar de no tener ningún vínculo con las protestas de ese entonces.  Eso son las víctimas silenciosas de la violencia.

Hay dirigentes estudiantiles, como el que entrevista Boscan, que afirman que es completamente legítimo el recurso a la violencia porque hace falta hacer escuchar la voz de los manifestantes.  En mi opinión, la visión de izquierda de este tema estaba afincada en las ideas respecto a la violencia de Walter Benjamin, un pensador judío-alemán que se suicidara tempranamente durante la II Guerra Mundial.  Su argumento era criticar la idea de la legitimidad de la violencia independiente de si es un medio para un fin sino como opuesto al orden.   Argumentaba en Para una crítica de la violencia:

<<La violencia como medio es siempre o bien fundadora de derecho o conservadora de derecho.  En caso de no reivindicar alguno de estos dos predicados, renuncia a toda validez>>.

Nótese la diferencia de lo que decía el Benjamin con lo que propone el movimiento violentista liderado por Iza y compañía, como claramente lo exponen en su libro Estallido, para que a nadie le quede un espacio a la duda:

<<Octubre raya en la epopeya.  Acontecimiento preñado de rebeldía. Síntesis del trabajo voluntario masivo y de la honda capacidad destructiva/constructiva de los populares…Pero esta hazaña, a pesar de todo, dista aún de alcanzar el fondo de necesaria radicalidad del verso subversivo.  No fue aún Revolución. ¿Qué demanda la historia para que el esfuerzo de la clase trabajadora decadente en una sociedad construida a su imagen y semejanza? Entre otros aspectos, que la vanidad y el espíritu de secta de la izquierda, y de la humanidad, se hagan añicos, y tras naufragar en sus propias nimiedades, se tornen en forma mancomunada de sensatez y voluntad de poder>>.

Es una apología a la violencia por la violencia y por tanto renunciaría a toda validez. Pero, aunque ellos creen referir a Benjamin párrafos mas adelante, parece que no entienden su tesis de violencia como manera generadora de orden. Que si cualquier cosa justifica la tesis que yo propongo: que la violencia justifica la necesidad de un orden impuesto por la fuerza, que explico a continuación

¿Qué respuesta política podemos dar a un estado de violencia como el que nos aprestamos a repetir? Si la protesta social es una excusa para anarquizar el país, y el régimen democrático normal no sabe cómo lidiar con procesos violentos como la contención de protestas anárquicas.  La solución es el estado de excepción.  Esto es, pensando como en el caso chileno, no seamos democráticos hasta el extremo de que dejemos que los violentos antidemocráticos acaben con la democracia. De manera que, cuando mañana vivamos en una anarquía, algunos puedan decir que cuando en democracia nunca fuimos autoritarios, sino que derechamente pasamos a una anarquía.  El estado de excepción es la única forma de salir de esta paradoja.

Por eso el mismo el romano Cicerón, y por eso se dice todos los caminos conducen a Roma, también decía que cuando las armas hablan las leyes callan -inter arma, silent leges.  Esto mismo es lo que se requiere hacer en el Ecuador, que se interponga un recurso para parar a raya la escalada violenta antes de que tengamos que sufrir las consecuencias.

Finalmente, conviene una reflexión respecto al recurso de la protesta social en democracia.  En este sentido, debemos reconocer el significado de que convivimos en una sociedad de iguales y libres como nos enseñaron el mundo cristiano y la Ilustración.  Y, por tanto, la forma de participación política puede excepcionalmente ser activista y protestante, pero de ordinario, el ciudadano debe ejercer la política a través de una convivencia pacífica.   Porque imponer nuestros puntos de vista a la fuerza es esencialmente antidemocrático y por tanto en alguna medida injusto.  Salvo que, para contadas excepciones, la protesta proteja a la sociedad contra una injusticia superior causada por un gobernante.  Por eso las grandes protestas históricas han sido consideradas legítimas, usualmente porque son contra un sistema autoritario que de otra manera no los deja participar, que obviamente no es el caso ecuatoriano, aunque Iza se empeñe en hacernos creer lo contrario. 

Si prima la ley de los violentos, ¿qué nos queda al resto sino abrazar el reino del hombre del puño mas fuerte? ¿Hacia allá queremos ir? Por lo menos que no se diga: <<que el haber arrestado fue malo aunque también fue bueno -parafraseando a La Posta en la referida entrevista>>. Pues esa falta de claridad sobre lo que está pasando impide juzgar adecuadamente los actos de gobierno que estamos presenciando.

martes, 23 de noviembre de 2021

Reforma tributaria: de suma cero a cooperación de las élites

Como he referido en ocasiones anteriores las decisiones en materia de impuestos, al menos en los términos planteados en esta coyuntura, no son de naturaleza económica.  Debemos esforzarnos en reconocer esta idea subyacente para comprender mejor el problema que está causando la discusión de la reforma tributaria.  Uno no puede argumentar que si el Estado necesita más impuestos eso es malo, o si querer bajarlos, con la misa lógica sea bueno.  Aquí con mi sombrero de empresario puedo creer que los impuestos son malos porque me reducen las utilidades, cuando en realidad desde la perspectiva económica no son mas que unos instrumentos de redistribución: les quito a unos para darle al Estado.  Por supuesto, que como gerente financiero las veré como un gasto, pero como economista son solo una redistribución.  A lo sumo lo que puedo anotar como economista es que hay unos mas impuestos mas eficientes que otros, decimos que algunos producen más perdida irrecuperable de eficiencia que otros. Pero en el fondo, el hecho mismo de tener que pagar un impuesto es un hecho eminentemente político, en tanto le reconozca autoridad a un estado para que tenga que pagarle un tributo. 

Por otro lado, hay una confusión por no abordar el problema como lo que realmente es: un problema de déficit estructural.  Una decisión económica no se puede argumentar que es buena porque tiene beneficios o que es mala porque tiene costos.  Lo que se puede decir es que una decisión es buena si en el neto los beneficios superan a los costos. Entonces, en la coyuntura actual, decir que subir los impuestos es malo es solo analizar la mitad de la película.  Una propuesta alternativa seria comparar el no subir impuestos y hacer todo el ajuste por la via del gasto.  Esto es un poco mas coherente, pero resta entender cómo será posible reducir cerca de $3000 millones del gasto corriente sin sacrificar la recuperación. La sindéresis política impide contraer un tercio de la masa laboral de policías, militares, médicos o profesores para resolver el problema, porque generaríamos otros problemas.  Por tanto, la reforma tributaria en el fondo es una propuesta de ajuste que se encuentra en el medio de dos extremos polares, parte mas impuestos y parte menos gastos. Entiendo la motivación populista de no aceptar más impuestos, pero no nos perdamos, esto no es bajo ningún concepto un argumento económico serio.  Además, habría que declarar que la oposición a la reforma tributaria es una respuesta política para proteger un grupo de interés. Esto es, a todo el que pertenece al 20% superior de la distribución del ingreso en el Ecuador, dentro del cual me incluyo a mí mismo.

Dicho de manera resumida los economistas pueden recomendar un proyecto de gasto como eficiente si su rentabilidad social es mayor que el costo de su financiamiento.  Y deben recomendar financiarlos con mas impuestos o con mas deuda según si desean que el gasto sea asumido por las generaciones presentes o si deben ser también ser asumidos por las generaciones futuras.  Pero es la política, en concreto la filosofía política, la que debe responder a la pregunta de qué es lo que la sociedad debe estar dispuesta a que el Estado gaste, y luego es la economía la que le puede ayudar a decir de qué manera se puede hacer esto lo más eficientemente posible.  ¿Se ven claramente los dos andariveles?

La reforma en coyuntura

En este contexto es que debemos entender cómo puede ser factible aprobar una reforma en la Asamblea que procura aumentar los impuestos permanentemente en un monto de ~$900 millones desde el 2023 por la via de subir las tasas marginales y bajar las deducciones de los gastos personales a las personas naturales, hasta lo que se ha modificado el proyecto al día de hoy, impacta a personas con más de 2600 mensuales de ingresos que empezarán a pagar mas IR.  Adicionalmente, y para que los ingresos fiscales se aumenten desde el 2022 se crea un impuesto transitorio a los activos para las empresas y personas por un valor estimado de otros ~$900 millones, que desaparecerá para el 2024.

Por otro lado, el gasto fiscal se estima reducir en un monto de aproximadamente $1800 millones de manera de reducir el déficit estructural. Vale decir, un tercio del ajuste es con más ingresos permanentes y dos tercios con menos gastos permanentes. 

El problema económico de la reforma coincide con un año en el que la tasa de crecimiento se estima será del 2%, cuando en el 2020 se redujo en casi 8%.  Por tanto, la recuperación pendiente para llegar a niveles del PIB de pre-pandemia es todavía del 6%.  En este punto, se trata de las brechas de recuperación mas lentas de la región.

La coyuntura es siempre algo que complica cualquier intento que pretenda una reforma de estabilización de las finanzas públicas, y no les resta razón a quienes indican que lo mas sano es postergar el ajuste para no agraviar la recuperación.  A lo cual hay que indicar que el problema de la caja fiscal es tan delicado, que aun a pesar de poner en riesgo la reactivación, al menos consigue desaparecer el fantasma de la incapacidad de pago del Estado, sus deudas contingentes (la del IESS siendo la mas clara), sus necesidades extraordinarias como la pandemia, la crisis carcelaria y probablemente algún desastre natural que encuentre a un gobierno insolvente en muy malas condiciones para reaccionar.  Así que no me cuesta afirmar que esta reforma se ha vuelto tan necesaria como imposible de que sea aprobada en el pleno de la Asamblea. ¿Se ve cómo los andariveles de la economía y política se han cruzado? ¡Tremenda paradoja!

Estrategia para resolver la aparente paradoja de la reforma

Tal es la situación en el calor del debate, que se consciente que la única posibilidad de aprobación del proyecto de reforma tributaria es que sea aprobada por el ministerio de la Ley.  En mi opinión esto sería una situación particularmente peligrosa por la falta de legitimidad que ha recibido la propuesta en la oposición, en los sectores del movimiento indígena y en los grupos empresariales. 

Este tipo de reformas, las que afectan directamente el bolsillo de grupos determinados pueden producir una reacción violenta porque buscan una redistribución del ingreso en un momento del tiempo específico.  En este caso la pagarán mayoritariamente grupos de personas que producen mas de $2600 dolares mensuales, amén de personas con más de $1 millon de patrimonio y empresas con mas de $4 millones de activos.

Tal como se ha planteado la reforma se trata de un problema suma cero.  O gana la perspectiva “progresistas” y pierden los “empresaurios”. O ganan los “libertarios” y pierde el gobierno “fiscalista”.  Nótese las comillas para remarcar la polarización del debate.   De este tipo de problemas, por construcción, no se puede crear valor para ambas partes.

Considero mejor plantear el debate en una manera de recuperar uno de los grandes ofrecimientos de campaña: eliminar el ISD.  El tema es posible replantearlo como una negociación coopertativa y no como una negociación distributiva. Esto es, si aprovechamos la coyuntura petrolera favorable no para postergar el ajuste fiscal, sino para incluir a cuenta de esos ingresos, el compromiso de eliminar el ISD luego de haber recogido los frutos del ajuste fiscal después del 2022 y 2023.  Conviene indicar que seguramente, deberíamos repensar los compromisos con el FMI, pero ellos deberían estar aun mas conscientes de la necesidad política de tolerar esa dilación del ajuste, si a cambio comprometemos de una vez en la nueva Ley la eliminación del impuesto a la salida de divisas desde el 2024. Nótese como con esta propuesta se regresa al andarivel político para devolverle ese deseo de no aumentar los impuestos netos de la gente.  Adicionalmente respetamos el andarivel económico al atacar el problema del déficit estructural y de paso mejoramos la estructura tributaria hacia impuestos menos distorsionadores.

Reflexión sobre el debate populista

No es conveniente que desviemos la atención del debate a etiquetar ambas posturas como fiscalistas o libertarias.  El problema fiscal de la estabilización de las finanzas públicas y el de la reactivación son ambos problemas que debieron ser previstos antes de la campaña.  La posición socialcristiana es muy acomodaticia y parece estar haciendo el juego a los golpistas.  Se han acostumbrado a cooptar el debate imponiendo posiciones prestablecidas previo a sentarse a la mesa tal como lo fue el “somos aliados, pero tenemos estas posturas que no estamos dispuestas a revisar”.  Algo así como perdono, pero no olvido, y como siempre recuerdo, en el fondo se me hace difícil perdonar.  Lo mismo podríamos criticarle al presidente Lasso respecto a sus ofrecimientos de campaña.  De igual forma que criticamos a los socialcristianos por su posición intransigente de hoy, habríamos de preguntarnos por esas posiciones populistas de campaña donde ofrecían no subir el IVA, bajar el ISD y no subir ningún impuesto que ahora le hacen tan difícil viabilizar su reforma en abierta contradicción con sus ofrecimientos de campaña.  ¿Quiénes fueros esos economistas libertarios que hicieron los cálculos que sustentaban esas afirmaciones políticas? Esos son los economistas que criticar y no tanto al actual ministro. Esos fantasmas del populismo del candidato de ayer o de la oposición de hoy -aunque hay que recordarles a los socialcristianos que ellos subieron el IVA del 6 al 10% luego de la rotura del oleoducto en 1987 durante la presidencia de LFC- son la principal razón por la cual la aprobación de la reforma es mas difícil que tragarse una rueda de molino.

He intercalado una tercera alternativa para que tanto gobierno como oposición redefinan el proyecto antes del segundo debate en la Asamblea esta semana.  Hay que pulir los números, pues comprometer reducir aproximadamente $1200 millones de ISD contra $900 millones de IR aumenta el déficit estructural no lo disminuye, amen de alterar los compromisos con el FMI. Pero hace falta mas audacia para resolver el problema donde nos hemos entrampado devolviendo la política y la economía a sus andariveles respectivos.  La diferencia de ingresos fiscales faltantes se podría conseguir contra crecimiento futuro.  Y si algo ha caracterizado la gestión del presidente Lasso es apuntar a lo grande.  Lo que si no concibo es forzar la aprobación al transcurrir del tiempo para que sea aprobado por el ministerio de la Ley.  En ese caso nos corremos el riesgo de repetir la experiencia colombiana de principios del 2021.  En esa ocasión los empresarios se opusieron a la elevación de impuestos al punto que la izquierda radical se justificaba en sus manifestaciones violentas: “¡No importan los destrozos, esta vez los empresarios pagan!”.  Eso es lo último que necesita el país y todo por no saber distinguir lo político de lo económico.

Pandora Papers en Ecuador: Fake News o Error de Periodista

Octubre del 2021

La agenda de gobierno ha sido seriamente afectada por la publicación de los Pandora Papers.  Mas allá de las implicaciones políticas y económicas de advertir el artificio de generar ingresos en paises de altos impuestos y tributar en paises con bajos impuestos (pensando en El Capital del s. XXI de Piketty), para el caso concreto del Ecuador, se producen implicaciones políticas distintas que conviene analizarlas.  Tanto es así, que se ha convocado a una investigación en la Asamblea lejos del alcance de la comisión de fiscalización.  Algo que, según los juristas como Hernan Pérez, es un atropello al régimen de derecho aplicable dentro del poder Legislativo; y, según los cronistas de la Asamblea como Roberto Aguilar, es la manifestación concreta de la amenaza de derrocar al presidente Lasso.  Por no citar la réplica en contra de El Universo del presidente Lasso, amén de la entrevista con Carlos Vera donde conjetura que el “triunvirato de la conspiración” estaría muy cerca de asestar un golpe a la democracia.

No puedo estar más de acuerdo con el presidente cuando declara sus enemigos en política, pues yo no hacia mas que recomendar exactamente eso en mi entrega anterior: <<Sie Lasso>>.  Sin embargo, hay que matizar un poco a quien vamos a atacar, pues estaríamos distanciándose de quienes deberían ser sus principales aliados en esta lucha política: los medios de comunicación. La definición de enemigo en política es alegórica, pues no se trata de acabarlo humanamente, eso es un enemigo de guerra.  Se trata de identificar a aquellos con los cuales los intereses del proyecto político son contradictorios, en este caso porque los de unos siguen el interés común y los enemigos los intereses particulares que los benefician.

En concreto considero que el caso de los Pandora Papers en Ecuador ha producido un debate respecto a la libertad de expresión en contra del presidente, en vez de una rectificación de un error periodístico que ha dado pie a un verdadero problema de fake news del cual se acogen los correistas para atacar al régimen.

El problema de la libertad de expresión como derecho absoluto

La libertad de expresión no es un derecho absoluto. Un derecho absoluto es el derecho a la vida. Me extraña que haya periodistas que se escandalicen con el reclamo del presidente a El Universo, y por otro lado, no consientan el mismo nivel de escándalo que significa cuando un ser humano sea masacrado en las cárceles de manos de la mafia. No esto no es así.  Debe haber más sindéresis. Nadie esta pensando en regresar al pasado reciente donde los medios estaban mayoritariamente capturados por el poder oficial.  Pero si alguien estima que un periodista o un medio ha cometido un error, tiene todo el derecho de llamar su atención, pedir una rectificación e intentar compensar en algo al afectado si se ha cometido un acto injusto. 

Ahora bien, dicho esto, no consiento que desde el poder se especule con el argumento de que como no se esta actuando justamente, en el futuro se podrá coartar esa libertad de expresión.  Algo que, como lo confesó el mismo Carlos Vera esa noche en la entrevista, es lo que quiso decir el presidente cuando indica en su carta: “quién los controla a Uds”.  No, eso tampoco.

Lo que corresponde es un continuo ejercicio de críticas y réplicas en un ambiente adecuado enfrentando la verdad con integridad.  Claro está que esto es más fácil decirlo que hacerlo, y este espacio no me basta para desarrollar esta tesis.  Pero me quedaría con la siguiente frase de Thomas Jefferson:

“Ningún gobierno debería estar sin quien lo esté criticando, y cuando la prensa es libre, esto nunca ocurrirá.  Si es virtuoso, no deberá temer el justo intercambio de ataque y defensa.  Pues la naturaleza le ha provisto al hombre de los medios para extraer la verdad sea en religión, derecho o política.  Considero honorable que el gobierno no conozca o identifique sus aduladores o sus críticos, pues sería indigno y criminal consentir a los primeros y perseguir a los últimos”.

El verdadero problema: Fake News o Error

A partir de la proliferación de las redes sociales en política y a partir de el uso de este recurso para el Brexit en el Reino Unido y Cambridge Analítica para las elecciones de Donald Trump en el 2016 ha surgido un interés por el estudio de los fake news (o noticias falsas).  Esto es una noticia intencionada y verificablemente falsa.  A no confundir con un error, un rumor, una teoría de conspiración, una sátira, una mentira política o el sesgo de las noticias.  Un fake news es un artificio muy divulgado en las redes sociales para desinformar que tiene una apariencia de verdad pero que es una mentira.  Por ejemplo, cuando Trump alegaba de Obama no podía ser candidato por no haber nacido en EE.UU.  y decía tener un certificado que lo probaba.  Hoy se sabe que esto nunca existió, pero hasta el día de hoy hay gente que creyó en esa noticia, dando que era hijo de una madre soltera de un padre musulmán del cual llevaba su nombre. 

La hipótesis de fake news

Los ejemplos de fake news en la política ecuatoriana abundan y me voy a remitir al de más reciente factura: <<Los Panama Papers prueban que Lasso tiene dinero en paraísos fiscales, que además ha evadido impuestos, y que por ende debería renunciar a la presidencia>>, según afirma el ex candidato Arauz en su cuenta de Twitter.

Como decíamos al comenzar, de los Pandora Papers se ha evolucionado a un problema bastante mas complejo para el gobierno. Tanto es así, que diría que ha erosionado la credibilidad del presidente para la reforma tributaria que requiere subir impuestos a los activos provisionalmente y reducir impuestos a las herencias permanentemente.  Habrá que ver cómo finalmente resulta la reforma, pero para mi ya se volvió cuesta arriba.

Evidentemente, en el reportaje inicial de Washington Post se aclara que tener dinero en paraísos fiscales no es sinónimo de un delito.  Sin embargo, también comentan que sería “eticamente discutible” tenerlos fuera de su país de origen.  Algo que abre una cuña a la credibilidad del presidente Lasso.  No obstante, la investigación no indica que las off-shore de Lasso son antes de que sea candidato y tampoco indica cuánto paga de impuestos en el país.  Desde un punto de vista conceptual colar a Lasso en ese listado sin hacer esas precisiones equivale a colar un elefante por una cernidora.  Pero hasta cierto punto, en una investigación tan amplia cuya afirmación son en base estadística y documental hace falta mucho para exigir que no se equivoquen. Esto sí, siempre asumiendo buena fe.  Por tanto, el problema en mi opinión es el de un error periodístico de la contraparte ecuatoriana, por no haber sabido entender el peso de esa información y aclarar el contexto del presidente antes de ponerlo en la lista.

Para otro momento discutiremos la idea del problema de la definición de un paraíso fiscal, de si se cometió elusión o incluso de las connotaciones éticas.  Por ahora baste decir, que para un banquero obligado a deshacerse de sus otros negocios distintos al banco la única salida era llevarlos al extranjero, no veo la carga moral de las off-shore como un agravante sino como un atenuante, toda vez que se entienda lo que empezó con la regulación adversarial a la banca en el 2012 tenía que terminar con la plata fuera del país de parte no de uno sino de todos los banqueros.   Por lo pronto, Pandora Papers en Ecuador con Lasso cometió un error, mas allá de que el correísmo de ahí lo ha convertido en un fake news, de por si El Universo no es responsable de esa manipulación, aunque si debió ayudar a desinflarla.

Del error al conflicto

Una vez identificado el problema deberíamos tratar de encontrar una mejor solución que el enfrentamiento.  Esta solución pasa por reconocer que en un ambiente tan politizado hace falta mirar a la responsabilidad política de los medios con la información con más sindéresis.  Al final del día, la cuenta la pagamos todos, por el carácter de externalidad que tiene la información política mas allá de la preferencia por la lectura escandalosa de ciertos sectores.

No es menos cierto que la respuesta del presidente verifica que parece tener “piel delgada” como le crítican algunos, o que en materia de comunicación no tiene un vocero y todo asciende a las declaraciones presidenciales.  No parece del todo descabellado creer, que alguien con un poquito de mano izquierda y bien contactado con los medios hubiera podido contener el efecto sobre la reputación del presidente de estos anuncios si se hubiera podido aclarar los datos objetivos de las fechas y de los pagos de impuestos.  Después de todo, la situación de Lasso no revela un problema de conflictos de interes como si parece ser el caso del presidente Piñera; menos aún el de enriquecimiento a partir del ejercicio del poder como parece el caso de los monarcas de los países islámicos como Arabia Saudita y Jordania. 

Tampoco parece razonable creer que haya interes de los consumidores por recibir este tipo de noticias (problema de demanda), puesto que es un proyecto multinacional iniciado hace dos años y compuesto por mas de 600 periodistas a nivel mundial.  Menos aún que sean intereses de los directivos del diario por afectar al gobierno (problema de oferta) puesto que ellos mejor que nadie conocen que no conviene hacer popular a una oposición que reviva las políticas correístas de comunicación.  Por eso la hipótesis del error es la mas plausible, y lo que corresponde es hacer un ejercicio para rectificar el error adecuando fechas de cierre de off-shore y declaraciones de impuestos nacionales para aclarar la sospecha de reza sobre de un supuesto incumpliendo de leyes electorales y de impuestos en el Ecuador.  Para otra ocasión dejaremos el serio inconveniente que tiene el reportaje respecto a la omisión de una innumerable cantidad de lideres de izquierda radical que se especula también manejan fortunas, estas tal vez detrás del alcance sistema financiero internacional, como la de los Ortega, los Castro, los Maduro y todo el grupo de terroristas del medio oriente del cual el reportaje hace mutis completo.

Los medios son los aliados no los adversarios

Sobre la base del reconocimiento de el error que hemos mencionado y resaltando que el periodismo merece respeto en su independencia, El Universo debería tomar la iniciativa de profundizar en el caso de Lasso y rectificar.  Hace falta ir más allá que el Washington Post y el referido error de la contraparte ecuatoriana para la investigación.  No vaya a ser que termine siendo este caso el que sepulte injustamente a Lasso, so cuento de un fake news, fabricado desde las huestes del correísmo, quienes si serían los verdaderos sepultureros de la prensa independiente de donde volverán con hambre guardado contra la prensa.  Pues la justicia manda dar a cada uno lo que pertenece y no dejarse llevar por prejuicios marxistas en contra de todos los ricos, y no en contra de los ricos que si evaden, que si corrompen y que si trafican; y a los cuales tal parece le estaríamos haciendo el juego. 

domingo, 3 de octubre de 2021

Sie Lasso

La postura de Nebot oponiéndose al proyecto de Lasso apelando a los seguidores de la derecha populista, las indicaciones de Correa a sus asambleístas a bloquear cualquier intento de reforma y el terror desatado en las cárceles por parte de las mafias del narcotráfico son una coincidencia que conspira contra la vigencia de los ideales republicanos y democráticos del Ecuador.  Esto es: una sociedad libre, una constitución que limite el abuso del poder y un sistema político que vigile el cumplimiento de las políticas públicas y los actos de gobierno. A no ser que nos queramos acostumbrar a contralores que negocian las glosas, a defensores del pueblo que agredan a las mujeres, a alcaldes que se encaraman en el poder en contra de toda norma legal y moral, a cárceles en donde se ejecuta a reos de manos de la delincuencia organizada, a jueces que sentencian en favor del mejor postor, a asambleístas que invoquen a “robar bien” y un largo etcétera que nos dejaría a poca distancia de estados fallidos.  La única esperanza que tenemos es ayudar es construir un ideal que ayude a gobernar, como lo vengo sosteniendo desde el 2017.

Por eso planteo en este segundo artículo por qué corregir en lo económico la propuesta y cómo apuntalar en lo político dicha reforma para hacerla mas viable, amén de tratar aspectos del discurso político y la implementación de las reformas propuestas en la Ley de Creación de Oportunidades.

Lo político

Dado el estado excepcional de la crisis ecuatoriana no dudaría en definir el problema como una relación entre amigos y enemigos.  Y contrariamente a esa idea muy generalizada de que siempre hay que consensuar, en este caso contradigo ese lugar común, y mas bien recomiendo enfrentar a ciertos tipos de oposición política como lo que son: enemigos de la democracia.  Primero, los evasores de impuestos.  En una sociedad con tan elevada desigualdad y extrema pobreza a la vez, que haya grupos económicos enteros que se manejen entre la elusión y la evasión hace falta acabarlos de golpe.  Recuerdo cuando el mismo Lasso afirmaba, años atrás, que él era el hombre que mas impuestos pagaba en el Ecuador pero no era el hombre mas rico del país.  Hace falta hacer librar esa lucha y acabar con esta forma mezquina de entender la ciudadanía.  Segundo, los corruptos que se enriquecen en la función pública (jueces, asambleístas, alcaldes, ministros y funcionarios públicos).  Este es problema que afecta al anterior, pues es la impunidad con la que- producen los grandes escándalos de corrupción en el país, que lleva a justificar la oposición a los sacrificios que requiere la propuesta de reforma.  ¿Hasta cuándo vamos a convivir con personas que se enriquecen ilícitamente?  Además, con esta lucha la propuesta de elevación de impuestos y reducción del gasto público ganaría mas legitimidad.  Tercero, los narcotraficantes y la delincuencia organizada. No uso la expresión acabar con las cabezas, porque en el estado hobessiano de las cosas en las que vivimos, de pronto alguien se lo toma literal.  Pero lo cierto es que hay que recuperar el tiempo para regresar a aquellos días en que el tráfico de drogas era el mas depreciable crimen legal y social del cual alguien podría ser acusado.

Lo económico

La oposición de la reforma tributaria porque se considera que los impuestos se le suben a la clase media, aunque proporcionalmente menos que a los de menores ingresos (hasta 24,000 anuales), no es un argumento económico.  No vayamos a pensar como el financiero que cree que los impuestos son malos porque son un gasto.  En realidad, en el entorno de la discusión política anterior, parece que la carga del debate de la progresividad debería ser moderada entendiendo lo importante que es tener un Estado con un gasto publico eficiente y sostenible.  En donde, si de algo sirven las circunstancias tan extremas que hemos vivido, la vacunación y la seguridad ciudadana, no son mas que una pequeña muestra de lo importante que es que el Estado cumpla su rol adecuadamente.  El por qué pagamos impuestos es un tema de filosofía política.

La economía detrás de la propuesta de reforma laboral no es suficiente.  No alcanzan los argumentos para solicitar cambios legales semejantes sin la evidencia suficiente, peor aún proponerlo sin el mínimo de apoyo político en la Asamblea.  Una verdadera reforma laboral debería atender a los problemas de flexibilidad sí, pero debería tratar, además: el tema de las pensiones, el sistema de capacitación y programas de entrenamiento, la discriminación de jóvenes y adultos mayores, el manejo de los costos del desempleo, las condiciones del ambiente de trabajo y la protección del trabajador para mencionar algunos. De esta línea de razonamiento queda claro que hace falta mas estudio y discusión para presentar una propuesta potente que resuelva las complejidades dinámicas que el problema amerita.  No obstante, esa discusión puede seguir en andarivel independiente mientras se puntualiza la necesidad de dar solución provisional. 

Esta solución provisional se justifica teóricamente por tres razones.  Primero, la necesidad de recuperar mas rápidamente, con un régimen mas flexible, los cerca de 500,000 empleos perdidos por la pandemia. Segundo, la legislación se debe focalizar a los sectores que concretamente se han rezagado mas en este enorme panorama de la masa laboral sin empleo, esto es, debería estar enfocado en los grupos de población menores de 25 años y mayores de 50 años, puesto económicamente sufren de una externalidad negativa.  Tercero, debido a la excepcionalidad de las circunstancias y al reconocimiento de la necesidad de una reforma mas integral, el régimen propuesto debería ser expresamente entendido por un tiempo limitado (propongo cuatro años), de esta manera se comprende la dualidad del régimen de derecho laboral como un tema provisional.  Habrá que estar muy atento a corregir los abusos de la propuesta que pretenden desequilibrar aun mas el poder del empleador en la relación laboral y habrá que evaluar la dinámica y los impactos de la reforma para perfeccionar la propuesta definitiva a la cual debemos llegar en el mediano plazo.  Pero me parecería bien importante decir que al tener esta herramienta de flexibilidad, aunque focalizada y provisional, podríamos concentrarnos en temas de creación de oportunidades de inversión y crecimiento económico que son el verdadero motor detrás de cualquier estrategia sostenible de desarrollo.  Con estas justificaciones y correcciones bien vale la plena aprobar la propuesta.

El discurso político

No es posible pretender ninguna reforma que no apele a una idea socialmente aceptada por los ecuatorianos.  Decir que se van a subir los impuestos porque se quiere estabilizar las finanzas publicas es una idea que no conecta con la preocupación de las personas.  Se puede proponer esto mismo a cambio del lema de acabar con los enemigos de la democracia: los evasores, los corruptos y el crimen organizado y el narcotráfico. Esto es una idea que se engancha mejor con la gente.  Y si Lasso ha probado ser un hombre de resultados, para allanar el camino de la reforma podría proponer objetivos concretos para alcanzar con respecto a estos enemigos de la democracia.

En esta misma línea de razonamiento la gran mayoría de la población no se identifica como empleadores.  Por tanto, la idea de flexibilidad no resuena con la mayoría.  Lo que se debe ofrecer es aspirar a un ingreso y trabajo digno que procure el desarrollo de la familia.  Si atendiendo a los grupos mas vulnerables dentro de los jóvenes y los adultos mayores, se les consigue dar estos empleos perdidos a estos grupos, en el futuro será mas viable una reforma integral que involucre mas temas y a todos los trabajadores.  De paso no habría justificación de oponerse porque además de ser focalizado seria temporal.

La implementación

Todo parece indicar que la propuesta de reforma debe ser desdoblada en lo tributario y lo laboral.  Y que por razones de urgencia económica la primera que se debería enviar es la tributaria.  En todo caso, la reforma laboral que vendría 30 dias después debería ser adecuadamente depurada de los excesos “burgueses” de la reforma, no vaya a ser que por mucho flexibilizar terminemos con una situación de de abuso que termine dando la razón al mismo Marx.  Estos errores de implementación deberían cuidarse mas prolijamente para lo cual no habrá mas que pedir mas adecuación de las propuestas de reforma a las circunstancias políticas

De Constantino al imperio bizantino

En circunstancias en las que el país se debate en una compleja situación, en donde no solo la salud y la estabilidad económica están en riesgo, sino que además se pone entredicho la vida misma de los ecuatorianos; la clase política juega al fracaso de un gobierno para el bien de todos, a cambio del éxito de sus intereses particulares.  Esta situación, que históricamente ha llevado al inmovilismo y posteriores crisis, la he denominado el cesaropapismo de la política ecuatoriana. 

El cesaropapismo en la historia universal empieza con la astuta iniciativa de mezclar el poder terrenal del imperio romano con el poder espiritual de la Iglesia Católica que inició el emperador Constantino.  Esto llevo a graves problemas de confusión entre las esferas de la vida espiritual y material de los pueblos, que se prestaron a abusos, de parte y parte, que aun prosperan el día de hoy.  Dos siglos mas adelante, ante el cisma de la Iglesia de Oriente y Occidente se presagiaba el fin de la era cristiana. En estas circunstancias, es el emperador de Oriente Justiniano con la ayuda de su general Belisario los que pasaron a la historia como los salvadores de la herencia de los valores griegos y romanos en el cristianismo: “Perseveró en la expansión militar, acometió una reorganización administrativa, promovió una reforma jurídica y suscito una brillante promoción cultural”. Cimentó las bases para el imperio Bizantino que duro mil años hasta la caída de Constantinopla en 1542. No se si Lasso sea Justiniano, o que sus asesores se parezcan al general Belisario o al sagaz administrador Juan de Capadocia.  Pero si me permiten citaré a la mujer de Justiniano cuando él estuvo a punto de rendirse antes de alcanzar sus hazañas históricas:

Si la fuga fuese el único medio de salvarse, renunciaría a la salvación.  El hombre ha nacido para morir y aquel que reina no debe conocer el miedo.  Escapa tú, si quieres: ahí esta el mar, ahí las naves que te esperan.  En lo que a mi respecta, acepto el proverbio de que “la púrpura es la mejor de las mortajas”.

Hace falta más reflexión sobre las consecuencias de una oposición intransigente al proyecto de reformas.  He argumentado por qué conviene la reforma y repasando las críticas he propuesto unas recomendaciones en lo económico y en lo político.  Considero importante la definición de una relación de confrontación (no de negociación) ante tres grupos de interés que atentan contra la democracia.  Pero más allá de exhortar al presidente a que no desmalle, no quisiera dejar de insistir en que no se puede consensuar cediendo en valores fundamentales.  En otras palabras, si no declaramos la guerra a los enemigos de la democracia (evasores, corruptos y narcotraficantes) luego lamentaremos lo que nos suceda, pues ya se empiezan alzar las voces de actitudes dictatoriales.  No esperemos que sea tarde y no digamos que no fuimos advertidos.

Nie vot

No voté por los argumentos de Nebot. Los 4Pelagatos, especialmente Hernández, empiezan a calificar los hechos políticos como una disyuntiva entre ceder o sucumbir y se presentan como la voz intelectual del oficialismo.  En esta ocasión quiero invitarlos a elevar un poco mas su reflexión a partir de esta coyuntura.  Las opiniones de la oposición las tomo de   la entrevista que realiza Carlos Vera a Nebot. Quiero entender cómo, a pesar de que algunas de las propuestas de Lasso son razonables, algunos argumentos de la oposición resuenan como sensatos. Y como conclusión, extraer algunas recomendaciones de cómo viabilizar la reforma. Primero déjenme comenzar por algunas de las críticas mas resonantes para luego argumentar cómo corregir apelando a un argumento de orden más conceptual.  En una secuencia de dos artículos espero hilvanar una solución: <<Nie vot>> y <<Sie Lasso>>.

A tono con la crítica al cesaropapismo ecuatoriano, que antes llamábamos febresborjismo y ahora no dudaría en llamar nebocorreismo, hay que destacar la coincidencia en las críticas de los dos líderes de la oposición: “No vamos a aprobar nada que sea malo para el pueblo y contradiga nuestro compromiso con ellos” sentenciaba en la mencionada entrevista el exalcalde planteando tres críticas fundamentales.  Primero: “los impuestos no se pueden subir para financiar el <<Estado tragón>> y a los acreedores internacionales.  Lo que hay que hacer es reestructurar la deuda externa y bajar el gasto público”.  Pero parece que no basta, que en la programación macroeconómica del ajuste 1/4 sea por la via de más impuestos y 3/4 por la vía de reducción del gasto como afirmaba el ministro Cueva en una entrevista en Contacto Directo a renglón seguido con la replica de Nebot en el matutino de Ecuavisa de ese viernes en el que arrancaba la discusión de la reforma.

Respecto a la renegociación diría que ese ya es un capítulo superado. De los casi US$60,000 millones de deuda externa, la deuda comercial, fue reestructurada en la pandemia (30% del total), queda la deuda China que estaría por vencer en los próximos dos años (10% del total), y finalmente resta la deuda con organismos internacionales y otros paises (los incluidos en el Club de Paris del cual China no forma parte) y que por sus condiciones financieras de plazo y tasa tan bajos no hace sentido reestructurarla puesto que las alternativas del Ecuador, y ningún país en desarrollo, alcanzan esos niveles tan favorables. Por tanto, excepto que estemos pensando en postergar el ajuste fiscal para llevarnos a situaciones extremas como el mismo nos llevo en 1998, cuando su bancada eliminó el impuesto a la renta para sustituirlo por un perverso impuesto a las transacciones financieras que agravó mas la crisis financiera, lo que está proponiendo tácitamente nos puede llevar a revivir épocas tan aciagas para el país. 

A no olvidar la cronología de la crisis de 1999, se empezó por postergar el ajuste fiscal, nos vino un shock externo múltiple: mancha blanca, caída del precio del petróleo y Fenómeno del Niño. El problema de la mala banca y, la insostenibilidad fiscal, nos forzó al default de deuda externa y de ahí junto con la situación del descontrol del tipo de cambio nos fuimos en caída libre.  Esa severa recesión de 1999 ha sido solo igualada por la sufrida en el 2020 debido al Covid.  

Segundo, la legislación laboral “no puede convertir al trabajo en mercancía. Hay que dar flexibilidad, pero hay que aportar a la seguridad social y hay que respetar la antigüedad de los servidores públicos. A los que hay que sacar es a los pipones que trabajan como asesores.  Y no me vengan con que ahora Lorenza estará mejor porque en vez de ganar 30 dólares ahora gana 60”, sentenciaba el exalcalde.

A pesar de lo demoledor que parece la crítica, hay algunas verdades, unas cuantas mentiras y otras ideas que no tienen que ver directamente con la propuesta de Lasso.  Mas que nada me parecen un centro al área donde se encuentra el ala violentista del movimiento indígena, de Iza y Vargas, con la intención de calentar las calles para octubre con refuerzos del movimiento sindical.  Esto pues, es una arenga que el mismo se encarga de contradecir cuando empieza diciendo que en general él está de acuerdo con el espíritu de la flexibilidad de la Ley de Creación de Oportunidades pues mira a la inmensa mayoría de ecuatorianos que no tiene trabajo.  Y como dice el adagio: a confesión de parte relevo de pruebas.

No obstante, creo que efectivamente la propuesta en materia laboral tiene dos reparos.  El primero es solventar la coexistencia jurídica dos regímenes de derecho.  Y el segundo, algunas pretensiones de arbitrariedad como la indemnización al empleador, el despedido sin tercero imparcial y otras curiosidades que valdría tratar en todo caso en un segundo momento de la reforma. 

Tercero, la creación de un impuesto al patrimonio para los mas ricos.  En este caso, se nos dice: “subir impuesto a los ricos se traduce en mayor costo a los pobres.  Si los costos se suben, la producción se encarece, se vende menos, y se recauda menos.  Y al final el fisco termina peor”. En este punto debo advertir que su “tesis de crecimiento”, en oposición a la de los “fiscalistas”, es una tesis económica.  En realidad, es más bien, un popurrí de una visión nunca observada en los datos denominada “curva de Laffer” con una concepción “keynesiana” de la economía al más viejo estilo de la “cruz keynesiana” de Samuelson de la década de los 50 del siglo pasado.  En general, tengo un buen concepto de Nebot como político administrador, gestor de la continuación del cambio de la ciudad de Guayaquil, pero en esta materia económica se equivoca.  Me voy a limitar a dos razones.  Los argumentos de expansión o recesión keynesiana siempre se han entendido en un entorno de sostenibilidad fiscal, cuando un país está al borde de la insolvencia ese discurso de la “cruz keynesiana” que tiene la narrativa socialcristiana no funciona.  Y no por que lo diga yo, sino que lo dijo el mismo Keynes en su obra magna cuando en sus ultimas versiones anexaba una respuesta a su acérrimo detractor en este sentido: Pigou.

Respecto a que todo impuesto se traduzca en un aumento de precios esto dependerá de la elasticidad de la oferta y la demanda.  Y, aunque “teóricamente” factible, en una situación como la que actualmente vive el Ecuador en donde ni la subida al combustible se ha traducido en aumento de precios, es poco probable que un impuesto al patrimonio produzca algo semejante.  Además de esto, porque algo tan general como el patrimonio de las empresas y las personas no está conectado a ningún mercado específico.  Esto es para mí una especulación intelectual en materia económica para lo cual no existe evidencia ni un cuerpo teórico coherente que la respalde como para oponerse en este punto desde una perspectiva lógica a ese aspecto de la reforma.  Otros argumentos hay, el mas importante siendo la elevación del impuesto a la renta a la clase media, pero esto no parece haber estado en el radar de la oposición.  Quizas por lo prematuro de la crítica, lo que da cuenta que mas que sopesar un análisis de costo beneficio lo que ha habido es pura oposición por oposición como el tan mal entendido cesaropapismo de la política ecuatoriana nos tiene acostumbrado.

jueves, 20 de mayo de 2021

Maquiavelo, Nietzsche y el valor de la palabra

 Mas rápido cae el mentiroso que el ladrón titularía Nebot a este artículo, yo en cambio argumento lo contrario. Lo cierto es que después de los hechos insólitos ocurridos en la designación del presidente de la Asamblea en la semana pasada a muchos le ha sobrevenido la sensación de que otro tipo de política es posible.  Sin embargo, en la entrevista de esta semana a hecha por Boscan a Nebot en La Posta se ha empezado a enmarcar el aborto de Lasso del pacto con UNES-PSC-CREO como una prueba de “incumplir la palabra como presidente y como ser humano”.  Abriendo un supuesto abismo entre la actitud de Nebot y de Lasso. ¿Cómo se puede conciliar estos dos sentimientos? ¿Quién tiene la razón?

Muchos analistas creen que ha sido un error no seguir aliado a Nebot como así lo dijeron en una entrevista el mismo Anderson Boscan y Oswaldo Moreno el domingo pasado en TC televisión frente a Carlos Vera.  Otros, sin embargo, aciertan en decir que es una decisión coherente y elogian el accionar de Lasso.  Así lo expresaron Roberto Aguilar en el Expreso y Jose Hernandez en 4 Pelagatos.  Sin embargo, ninguno logra justificar su respuesta.  Analicemos los aspectos pragmáticos y éticos de la decisión para valorar correctamente lo sucedido y anticipar qué podría pasar en el futuro.

Maquiavelo y el fin justifica los medios

El primer problema que debemos sortear para resolver esta supuesta disyuntiva es aclarar la posición que argumenta Nebot como lo que realmente es.  En este sentido conviene partir diciendo que efectivamente su propuesta era la más conveniente para el país, puesto que consigue el fin de manera más segura: gobernabilidad.  Esto debido a que la alianza UNES-PSC-CREO (49+ 18 + 12 = 79 votos) asegura la mayoría sin requerir de los independientes.  Por otro lado, la alianza PK-ID-CREO-Independientes (70 votos) entre otras cosas se hace con un partido que hizo campaña con propuestas contrarias al plan de gobierno de Lasso (reducir la apertura comercial, prohibir la exploración petrolera, reversar la liberación del precio de los combustibles, entre otras), por tanto, es una alianza inestable que no asegura nada más que la presidencia y le ha requerido entregar cargos en el Ejecutivo para asegurar lealtades de los independientes. Hasta aquí Nebot acierta.

Sin embargo, el tema que se está dejando de lado es el medio para conseguir esa mayor gobernabilidad política.  Pues suponía, ni mas ni menos, pactar tácitamente con el correísmo acerca de los temas mas escandalosos de la política ecuatoriana: los hechos de corrupción en el gobierno de Correa.  Vale decir, el fin justifica a los medios, una máxima que Nebot no dudó en aclarar: “que pactaría con el mismo diablo si fuera necesario”.  Pero el problema no termina solamente en aclarar que el fin no justifica los medios. 

Nietzche y el valor de la verdad

El filósofo del nihilismo moderno, Friedrich Nietzsche, habló sobre esta idea de la verdad en <<Sobre la verdad y la mentira en sentido extra moral>>.  Ahí reconoce la importancia de la definición de los conceptos unívocos para una adecuada convivencia política.  El problema es que su propuesta era que sean los políticos los que vacíen de contenidos morales las ideas y los redefinan en la acepción que les convenga para que pueda haber convivencia política, sino estaríamos condenados al barbarismo.

En este sentido, el problema más complejo es el de la narrativa interpuesta en la fallida alianza.  Según se entiende de la entrevista, Correa planteó el tema de la Comisión de la Verdad y Lasso se opuso desde un principio para que luego Nebot la modificará con la máxima: “impunidad no, persecución política tampoco”.    A pesar de la sorprendente elocuencia de Nebot, este era un recurso para lanzarle una boya al correísmo para que consiga escamotear de alguna manera los procesos en su contra.  Tanto es así, que en un momento cumbre de la entrevista, Boscan le pregunta a Nebot: “¿Ud. me quiere hacer creer que Correa de repente se llenó del Espíritu Santo al proponer lo que proponía?”. A lo que Nebot, con una magistral habilidad le responde: “Piense Ud. que para un perseguidor -Correa-, que le ofrezcan no ser perseguido es un logro, pues en su cabeza eso es lo que el teme”. No en vano Nebot ha llegado tan alto en la política ecuatoriana, en público y en privado, no es fácil sorprenderlo.

Mas allá de las obvias generalidades que supone no discutir sobre la independencia de la impartición de justicia aquí aparece el principal problema con el que el correísmo ha hecho su estampa en la política ecuatoriana: la manipulación de la verdad.  Hay que tener un nivel de hipocresía que raya con el cinismo para decirnos que la idea de conformar una Comisión de la Verdad no era con el propósito de revertir los fallos de alguna manera que le de legitimidad política, aunque sea acosta de una inmoralidad.  Otros políticos argumentaban en este sentido, tal fue el caso de Otto Sonnenholzner en Los Desayunos de Teleamazonas cuando dijo esta semana: “que antes que suscribir ese acuerdo seria preferible gobernar por decreto”.

En un intento de enmascarar sus intenciones Correa hace alusión al Pacto de la Moncloa en España y el de la Concertación en Chile como antecedentes para gestar la Comisión de la Verdad en Ecuador.  Descontextualizando hechos históricos como que la materia de la unidad era sobreponerse a crímenes cometidos por sendas dictaduras en contra de su propio pueblo.  Además de omitir el hecho de que ambos fueron acuerdos con casi la totalidad de fuerzas políticas y no solo con un espectro de ellas como en el Ecuador lo son los partidos populistas de izquierda y derecha que representan el correísmo y el socialcristianismo en Ecuador.

Mas importante todavía es que al vaciar de contenido las ideas.  Al comparar los hechos injustos cometidos por un gobernante atentando contra la vida en búsqueda de la paz social y confundirlos con hechos injustos cometidos por un gobernante para obtener beneficios económicos y repartirlos entre sus partidarios a costa del bien común; lo que se intenta es redefinir los conceptos.  Lo uno se explica para conseguir un perdón para que los violentados no perpetúen la violencia, lo otro supone impunidad para que los ladrones disfruten del dinero. ¡Bendita analogía!  Aun si fuera posible demostrar que en el corto plazo la corrupción no es ineficiente, como de hecho algunos modelos lo prueban, todavía sigue siendo claro que en largo plazo no lo es.  Para lo cual, los escándalos de corrupción en las principales ciudades del país no son más que la punta del iceberg.  Pero aun si esto fuera posible, tampoco nos parece moralmente adecuado vaciar de contenido el tema de la corrupción de los actos de gobierno so pretexto de conseguir mas gobernabilidad.

Del Ecuador del encuentro a la Real Politik

Hay un pasaje evangélico que ilustra muy claramente las disyuntivas vividas en este episodio de la política del cual el presidente Lasso tendrá mucho que aprender de cara al futuro.  Sabiéndose despedido, el mal administrador llamó uno a uno cada a los deudores de su amo para anotarle una cantidad inferior en el registro de sus deudas a cambio de ser compensado cuando el esté afuera del cargo.  El Señor parece alabarlo cuando le dice: “Porque los hijos de este mundo son mas astutos en su trato con lo demás que los hijos de la luz”.

Es indudable que la capacidad de los políticos con los que se reunió Lasso, para buscar el bien personal camuflado en el bien común es extraordinaria.  Mas todavía, a pesar de haber sido expuestos en sus pretensiones, son capaces de revertir y estructurar la información de tal manera que hacen parecer a la víctima como el victimario.  De estos dos hechos hay que saber extraer lecciones, pero para encauzarlas a fines mas nobles.  Desde dónde se reúnen, a quién invitan, qué temas van a tratar ya se está haciendo política y hay que saber cómo jugarla.  No se puede meter la cabeza en las fauces del león y esperar que no te la coman.

En este sentido los operadores políticos de Lasso deben aprender a hacer estrategia política. A no confundir con la comunicación política que tiene Duran-Barba, en lo primero este no ha sido muy bueno.  Recomiendo que confirmen con Macri si me equivoco.  Me atrevo a recomendar perfiles que consigan esos objetivos.  Voy a usar el nombre de un político fallecido, tío de un amigo, para no implicar recomendaciones o insinuar que corten cabezas.  Estoy pensando en alguien como el “cavernícola” Ledesma Ginatta.  Quien era un hombre de la ID que fue ministro de Duran-Ballen, un político que conocía el intríngulis de las relaciones políticas, con el que todos hablaban y le podían confiar, que era capaz de proponer estrategias inteligentes y llevarlas a cabo sin proponer graves conflictos morales al hacerlo.  Pedido complejo en todo caso, pero eso es lo que se necesita.  Además, tenía una pinta como la W. Churchill.

Por ahora espero que quede claro en la opinión de la gente que no hay razón para creer que el fin justifica los medios.  Además, y más importante, la verdad no es algo que se construye desde lo político.  A lo sumo, es algo que debemos descubrir con los otros a través del diálogo con todos aquellos, que a pesar de las diferencias, vivan en coherencia con lo que piensan.  Nebot y ciertos líderes indígenas, a pesar de que en algunas cosas se equivocan, han demostrado esa coherencia en este y otros casos.  Si Correa quiere entrar en este grupo que se entregue a la justicia, y reconozca su gran responsabilidad histórica con los daños al país, sino ya quedó superado.  Esto al menos, debemos reconocérselo a Lasso. 

Ojalá Nebot reconsidere su posición respecto a Lasso.  También que Lasso aprenda desde la humildad y haga un esfuerzo por reconstruir el “abismo” que los separa.  Las asombrosas coincidencias de este gobierno con el de Mahuad no dejan de aterrorizarme.  Por el bien del país espero que ninguna de las predicciones apocalípticas de los opositores se hagan realidad.  Ambos líderes deberían hacer su mea culpa y reconocer que “las palabras se les fueron más allá de los conceptos”. 

Espero haber justificado que el valor de la palabra es indispensable en la política, como en toda relación humana, pero esta pasa a segundo plano cuando jugamos con el valor de la verdad y el compromiso que esta entraña se ajusta a definiciones según lo que nos conviene.  Para lo demás espero el milagro.  Yo en todo caso todavia guardo esperanzas en el nuevo presidente.